Los edificios, aunque hayan sido construidos con excelencia, requieren de una conservación adecuada a sus características particulares. Nos protegen del medio, sufren las inclemencias metereológicas, el desgaste por el uso cotidiano y el envejecimiento de materiales, por lo que debe manternerse adecuadamente.
Un edificio, como dijo Le Corbusier es "la máquina de habitar", y como tal, requiere de revisiones periódicas para mantenerla en perfecto estado, al igual que hacemos con nuestro coche o con nuestra propia salud.
Los arquitectos, además de proyectar edificios nuevos, tambien somos expertos en mantenerlos, consevarlos y rehabilitarlos, actuando con una visión global evitamos la carencia continuada de mantenimiento que deriva hacia un mal estado de conservación y las temidas derramas para realizar costosas reparaciones.
Una gestión de la conservación de tu edificio realizada por una persona experta y altamente cualificada cuida de tu patrimonio, allí donde pasas gran parte de tu vida y la de los tuyos, para que sea un espacio saludable, seguro, accesible y sostenible.